La decoración con cuadros es de gran aporte al espacio interior gracias a que hay gran variedad de estos, no solo en formas y colores, también en tamaños; esto facilita integrarlos fácilmente y nos ayuda a darle personalidad y carácter a los espacios. Los cuadros pueden ser un gran apoyo para nuestro espacio, dan vida y originalidad. Por si solos o en grupo, refuerzan el estilo de la habitación y además ayudan a enfatizar el concepto propuesto.
Debemos elegir muy bien el tipo de cuadro, ya que puede convertirse en un punto focal y atraer mucha atención, por lo que pueden ser usados para embellecer o no un lugar. Tenemos que considerar que se sugiere un equilibrio entre nuestros gustos personales y un diseño que se adapte muy bien, para que el espacio nos resulte agradable.
Para elegir de manera correcta los cuadros debemos tener en cuenta la versatilidad de ellos, ya que no solo pueden estar colgados o fijos en una pared, también pueden estar apoyados sobre muebles o superficies; esto permite que el espacio este en movimiento continuamente y facilita el poder cambiarlos cuando sea necesario. Para aumentar el dinamismo podemos jugar con los tamaños y la distribución en la pared utilizando la simetría; ya sea acomodándolos en hileras o formando cuadrados. También podemos jugar con los colores y tamaños. Los cuadros nos pueden ayudar con los espacios reducidos y, si el espacio es bajo, un cuadro vertical da la ilusión óptica de que es más alto.